Alex Gallo
En sus primeros años de instituto, su inclinación artística le lleva a fabricar, con otra intención, su primera máquina de tatuar, de forma totalmente casera y artesanal.
A sus 16 años tuvo la oportunidad de abrir su primer estudio, con el mismo nombre de Energy Art, donde empieza a inclinarse por el tatuaje a color y realista, tomando como referencia a grandes artistas como Paul Booth y Guy Aitchison.
«Quería hacer una máquina que me permitiese grabar madera y acrílico para decorar, entre otras cosas, las cajas de las cintas de casette».